Queremos la cancelación de Cabo Cortés; acciones no palabras

La organización ambientalista Greenpeace colocó en la sede de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) una manta de 30 metros cuadrados con la leyenda “Semarnat, cancela Cabo Cortés ¡ya!” para exigir a la dependencia que revoque la autorización al megaproyecto turístico, ubicado en el Golfo de California.

Esta demanda no es sólo de Greenpeace, sino también de más de 5 mil ciudadanos quienes junto con la organización, presentaron una denuncia de procedimiento de responsabilidad administrativa en contra de dos funcionarios de la secretaría, Mauricio Limón Aguirre, subsecretario de Gestión para la Protección Ambiental, y Eduardo Enrique González Hernández, titular de la Dirección General de Impacto y Riesgo Ambiental (DGIRA), por aprobar de manera ilegal el proyecto Cabo Cortés y poner en riesgo al Parque Nacional de Cabo Pulmo.

La denuncia fue interpuesta hace dos semanas ante el Órgano Interno de Control, instancia a la que se solicitó investigue y actúe sobre la responsabilidad de estos funcionarios por violar la legislación y aprobar un proyecto turístico depredador.

“Ahora, con esta actividad venimos en representación de las más de 5 mil personas que también la firmaron. Estas firmas contenidas en más de 200 hojas, representan la indignación de ciudadanos de todo el país, de las organizaciones civiles, los habitantes de Cabo Pulmo, los científicos y todos quienes hemos señalado que la Semarnat está violando la legislación ambiental y actuando discrecionalmente al apoyar el proyecto de Cabo Cortés”, señaló Alejandro Olivera, coordinador de la campaña de océanos de Greenpeace.

“Este proyecto turístico es a todas luces ilegal y por ello debe ser cancelado de manera inmediata”, recalcó Olivera.



Ante la presencia de los activistas y la colocación de la manta en la fachada principal de su edificio sede, la Semarnat ofrece un diálogo, pero como Greenpeace ha señalado, un diálogo es posible sólo si tiene por objeto revocar la autorización y si es abierto a comunidades, a las áreas técnicas de Semarnat, a científicos y a organizaciones civiles.

“Un diálogo donde Semarnat se rehuse a escuchar y tenga por objeto descalificar, no lo queremos. Lo que requerimos son acciones concretas a favor del medio ambiente y sus recursos, que hagan su trabajo, que cancelen Cabo Cortés. Si no lo hacen, que renuncien. Sus decisiones son altamente dañinas para los océanos, para la gente y para el país entero”, expresó Olivera.

La Semarnat ha desoído las opiniones contra el proyecto de Cabo Cortés emitidas por parte de la Dirección general de Política Ambiental y de la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas, las opiniones de científicos, organizaciones de la sociedad y miles de personas que rechazan el proyecto turístico ¿Con qué calidad moral ofrece el diálogo? Más aún cuando acaban de dejar pasar una oportunidad para rechazar el proyecto.

Al no cancelar el proyecto de Cabo Cortés a través del recurso de revisión interpuesto ante la misma Secretaría, la Semarnat desaprovechó la última oportunidad que estaba en sus manos para cumplir con su misión: proteger el medio ambiente y los recursos naturales. Sin embargo existen otros procedimientos legales a través de los cuales se puede exigir a la dependencia revertir el permiso.

Cabe señalar que recientemente la misma Secretaría negó el proyecto La Guadalupana en Veracruz, (un muelle de dos posiciones de atraque) argumentando, entre otras razones, que no se apega al Programa Ecológico de Ordenamiento Regional (3), lo que demuestra la discrecionalidad de la dependencia al interpretar de forma diferente el mismo instrumento de planeación en dos casos distintos.

0 Comentarios: